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Opinión

El continuismo amenaza la Paz del Tolima

El continuismo amenaza la Paz del Tolima

Por: Felipe Alejandro González Sabogal
Magister en Gobierno y Relaciones Internacionales 


La Paz pasó de agache en los salientes gobiernos ungidos por el Clan Barreto en el Tolima. Mas allá de rimbombantes anuncios de recursos que nunca llegaron, de la generación de una expectativa desbordada en territorios victimizados, no existen resultados concretos ni medibles que permitan dar cuenta de avances en la materia.

El continuismo primó en el municipio capital y en la gobernación, sectores de extracción derechista y tradicional que antes fueron los enemigos de los acuerdos de paz, hoy tienen las amañadas riendas institucionales del departamento. Con el continuismo hurtado-barretista, la paz difícilmente tendrá un lugar preponderante en la agenda política de la región. 

Recordemos... En los primeros tres años del saliente gobernador, los anuncios de miles y miles de millones asociados a programas de Paz fueron comunes y ampliamente documentados, especialmente en el Sur del departamento. Con el pasar del tiempo las promesas se fueron diluyendo y los funcionarios desapareciendo, las denuncias empezaron en los territorios al tiempo que se destapó el escándalo a nivel nacional por el saqueo de los recursos de la Paz, del cual ya se conocen varias condenas y se esperan otras tantas. Las falsas promesas se utilizaron para sacar réditos políticos en la etapa electoral que culminó al finalizar el año anterior, para robarse la plata de la paz, para sacar provecho de un tema que no tuvo voluntad política real. 

Frente a este aciago panorama, el diputado de oposición del anterior periodo, Renzo García, convocó un debate de control político en el mes de julio de 2022. Los hallazgos producto de ese ejercicio democrático no pudieron ser peores: de las millonadas anunciadas y los sendos recursos en falso jurados por la administración Orozco – Barreto, los funcionarios de la gobernación respondieron que sólo un (1) proyecto del OCAD Paz estaba andando con viabilidad presupuestal, correspondiendo a modestos avances relacionados con un hospital para un municipio del sur y la entrega de algunas baterías sanitarias. Nos engañan de frente. 

Tras el escándalo a nivel nacional por el robo de los recursos de la Paz y  las denuncias presentadas en los ejercicios de control político en la asamblea departamental y en la plenaria de la Cámara de Representantes a nombre del Tolima, organismos de control como la Procuraduría y la Contraloría anunciaron oficialmente la apertura de varias investigaciones en este departamento, cuyos resultados esperamos con prontitud. ¿Qué pasó con los resultados de esas denuncias?... El Tolima merece saberlo.

El panorama no parece ser mejor para la Paz con el tercer gobierno de Barreto en cuerpo ajeno, la nueva gobernadora apuntala su discurso inicial en la seguridad y en la presencia militar, muy similar a los postulados de la fracasada seguridad democrática.  Nos recuerda esa etapa oscura del país, de falsos positivos, paramilitares y muerte que ahora está encontrando la luz y la verdad. La activa participación ciudadana, el ejercicio serio de oposición y el cumplimiento estricto de la Constitución Política, son los caminos que tiene el Tolima para poner el tema de la Paz en un lugar preponderante en la agenda política. El continuismo no solo toma forma en la politiquería regional, también en la amenaza de los temas más urgentes para el Tolima, como la Paz. 

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