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El Tolima amenazado por la violencia

El Tolima amenazado por la violencia

Desde meses atrás se viene incrementando la aparición de panfletos y la presencia de algunos grupos armados al margen de la ley, que intentan establecer asentamientos en municipios del suroriente y norte del Tolima. 

Esta situación no es nueva. Ya el exgobernador Ricardo Orozco, desde su gobierno había manifestado sus inquietudes sobre este tema, denunciado la presencia de estos grupos en algunos lugares del departamento, y había prevenido a la comunidad en general sobre estos factores que intentaban alterar la situación de orden público en el territorio.

Pues bien, El Cronista.co, conoció algunos panfletos firmados por supuestas estructuras de grupos paramilitares como el Clan del Golfo, las autodefensas gaitanistas y las disidencias de las Farc-EP, donde se anuncia su incursión en varios municipios del suroriente y norte del departamento, además de las concebidas amenazas a quienes se nieguen a cumplir sus postulados. 

En efecto, en un comunicado suscrito por el llamado estado central del frente Comandante Darío Gutiérrez de las Farc-EP, se indica que: “Queremos informarles sobre nuestra presencia y retoma del territorio donde históricamente hemos desarrollado nuestro trabajo político, organizativo y militar…”, y señalan tener como objetivos de su accionar subversivo a los municipios de Dolores, Prado, Purificación, Saldaña, Natagaima, Coyaima, Guamo y El Espinal. De hecho, este portal tuvo conocimiento que en el municipio de Prado, especialmente en el sector turístico de la represa, ya se están registrando extorsiones y el reparto de panfletos amenazante a la población.

De esta situación tienen conocimiento, tanto la policía como el ejército, donde no se descarta el regreso de las lanchas patrulleras a la represa de Prado. 

De otra parte, la misma situación la están viviendo poblaciones del norte del Tolima con la presencia de organizaciones criminales como el Clan del Golfo, las autodefensas Gaitanistas y residuos del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que con las mismas ‘técnicas’ (panfletos), amenazan e intimidan a la población. 
En este caso, el comunicado expedido por el llamado estado mayor de las autodefensas Gaitanistas con apoyo del Clan Golfo, señalan su presunta irrupción en municipios como Ibagué, Alvarado, Venadillo, Lérida, Mariquita y Honda, entre otros, donde amenazan con un limpieza social, y declaran objetivo militar a reconocidos delincuentes, y personas no de su agrado. 

Lo cierto es que en poblaciones como Mariquita y Honda, se están registrando extorsiones a comerciantes y finqueros. La responsabilidad de estos delitos, según las informaciones de nuestras fuentes, que por obvias razones permanecen el anonimato, provienen de los grupos paramilitares como el ELN. Sobre este último se dice que está reorganizando la desaparecida estructura de “Los Bolcheviques”, que hace algunos años tenían centro de operaciones en el municipio del Líbano. 
Algunas personas y sectores, como el exgobernador Orozco, responsabilizan de este resurgimiento de grupos armados fuera de la ley, a la laxa y polémica política de paz total del presidente Petro.

De otra parte, ahora se entiende porqué la gobernadora del Tolima Adriana Magali Matiz, tiene como uno de los ejes centrales de su política de gobierno el tema de la seguridad del departamento. Política que consiste en el incremento del pie de fuerza y operaciones permanentes y conjuntas de ejército y policía en todos los lugares del departamento. 

La situación de orden público en el departamento es preocupante, y la gobernadora Matiz, comtamente con sus homólogos de los departamentos vecinos como Caldas, Huila y Cundinamarca, deben trazar estrategias que les permita enfrentar este reto de seguridad no solo desde el campo militar, también desde el social implementando programas de desarrollo en las comunidades afectadas.     

Cruzamos los dedos para que la situación sea controlada oportunamente, y que la región no vuelva a ser escenario de hechos violentos como en épocas pasadas. 
Esta tarea demanda no solo inteligencia y acciones militares. Es primordial el contacto de los gobernantes con las comunidades y respuestas efectivas a los problemas sociales, económicos, y culturales que padecen.

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